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11.2.06

 

crecer

... nuestras miradas lanzando un fino hilo inquebrantable que nos agarre fuerte por dentro.
si no es así, no quiero compasión. no quiero notar ese sentimiento cruel del que ya no siente nada hacia el que sufre. desde el que nunca puede entender o compartir un dolor que le es por completo ajeno. se me da por muerto, por vencido, por incapaz de levantarme. es aquél un sentimiento mezquino tanto más cuando quien lo ejerce no sabe que lo ejerce…y es ahí donde radica su peor ofensa. déjame con mi sufrimiento, con la tristeza, la melancolía. es un terreno en el que me siento cómodo, es un dolor dulce. un abrazo con uno mismo. pero lo peor no es que me digas no. que me quede sin tus labios ni tu sonrisa. o que mi orgullo pudiera sentirse herido. lo devastador es el desvanecimiento de las ilusiones. el corazón es un globo rojo que se pincha. al principio es un vacío pero más tarde es un dolor, impotencia, es querer hacer pero sin poder hacer otra cosa. se comprime uno hacia sí mismo, hacia las entrañas. sesgado todo vínculo con el exterior es la soledad lo que nos queda. qué bonita, la soledad…tan verdadera. es el despojo de toda vestidura. desnuda el alma, se mira uno al espejo para hacer balance. es entonces cuando uno crece.





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