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31.5.05

 

La hoja de helecho de Barnsley

Basta disponer de papel, lápiz y una moneda con cara y cruz, fijando ciertas reglas para el resultado de cada lanzamiento; si sale cara, por ejemplo, el punto se desplaza 6 centímetros al noroeste, y si sale cruz se mueve un 25 por 100 hacia el centro. Tras tirar unas cincuenta veces la distribución azarosa de puntos empieza a dibujar una forma, que se irá perfilando más y más con sucesivos lanzamientos. Usando un ordenador para simular la emergencia de cara y cruz, uno de los objetos que el señor Michael Barnsley obtuvo fue la imagen progresivamente nítida de esta hoja de helecho.



El fenómeno puede interpretarse suponiendo que iterar azarosamente ciertas reglas captura datos sobre alguna forma, y en vez de mostrar el resultado de un proceso determinista muestra el límite de un proceso azaroso. A partir de tales o cuales reglas, es la propia naturaleza quien parece inmersa en un constante juego de azar, que desarrollara hojas de helecho, pezuñas de algún cuadrúpedo, cierto tipo de cacto o los meandros de un delta. El núcleo de estas operaciones es el nexo entre un invariante formal, una iteración de reglas arbitrarlas y pura suerte. Al combinarse con esas reglas, el azar produce nubes de puntos atraídos por alguna forma objetiva.

Caos y Orden, Antonio Escohotado, 1999. Editorial Espasa Calpe.





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